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•Los expertos concretan un protocolo de actuación tras el riesgo detectado en el río
•La voladura “no será inmediata” y se impedirá el acceso a esa zona del Guadalete
Después de que el pasado martes los temores por los efectos del temporal se hicieran más latentes que nunca por la grieta detectada este último fin de semana en un peñasco situado justo encima de una curva por la que pasa el río Guadalete, más concretamente situado en la finca privada “El salto del cielo”, entre las pedanías jerezanas de Cuartillos y San Isidro, la Junta de Andalucía tomaba cartas en el asunto y encargaba ayer mismo a realización de los estudios necesarios sobre el alcance y las dimensiones de proceder a la voladura del cancho desprendido junto al cauce.
Esta decisión fue adoptada en una reunión técnica celebrada en la jornada de ayer en Jerez y presidida por el delegado provincial del Gobierno de la Junta de Andalucía, Gabriel Almagro, encuentro al que también asistieron representantes de la propiedad de la finca, la Delegación provincial de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, la Delegación provincial de la Consejería de Medio Ambiente, la Agencia Andaluza del Agua, Emergencias 112 de Andalucía, Ayuntamiento de Jerez y Guardia Civil.
Asimismo, y según anunció el propio Gabriel Almagro a los medios en la inauguración de unas jornadas farmacéuticas en esta ciudad, “se ha decidido adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las personas, para lo cual se va a balizar el perímetro de la zona de riesgo con el objetivo de impedir el acceso”.
Como otra de las medidas que la Junta de Andalucía a realizar ante esta situación, “se van a colocar sensores para calibrar periódicamente el movimiento que se produzca en el cancho”, informaba Gabriel Almagro.
Pese a todo, el delegado provincial del Gobierno de la Junta informó de que en la reunión se descartó definitivamente, si un principio fue una de las acciones a tener en cuenta, “proceder a una voladura inmediata del peñasco debido a sus grandes dimensiones y a que la zona donde caería es actualmente inaccesible para la maquinaria que debe retirar los restos de la voladura”.
Una situación aún peor
Y es que el desprendimiento podría generar una situación que complicaría por partida doble las delicadas circunstancias que ya de por sí sufre esta zona zona por las inundaciones de las últimas semanas, ya que se generaría un tapón que acabaría desbordando el río. No obstante, no hay estimaciones de cuándo podría llegar el desplome, ya que según fuentes de la Agencia Andaluza del Agua, este podría producirse “de manera inminente o en un mes”, de ahí que estén acometiendo estudios para ver las posibles alternativas para minimizar las consecuencias en caso de que que hubiera un desprendimiento al objeto de ver los efectos del cauce.
Por todo ello, siguen desalojados de manera preventiva los cinco miembros de una familia que viven en una granja situada en las inmediaciones de este peñasco, por lo que no habría riesgos personales en caso de derrumbe.
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